Prensa 2015 - DIA DEL JAZZ: “Donde las improvisaciones están bien organizadas".- Paraguay.com

La noche que celebró el Día Internacional del Jazz se hizo esperar en su fecha inicial pero terminó realizándose el fin de semana en La Manzana de la Rivera, con impecables números y artistas de todos los tiempos.

Por Orlando Salerno

En el 2011, la Unesco declaró el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz, gracias a su embajador mundial, el afamado pianistaHerbie Hancock. En la mencionada fecha se realizaron numerosas celebraciones a nivel mundial, nuestro país no fue la excepción, aunque las condiciones climáticas trasladaron el evento a dos días más, contando con una gran afluencia de público de todas las edades y seguidores de diversos géneros musicales, que encuentran en el Jazz asunceno, un estilo quizás más sofisticado, otra manera de expresar un claro sentido del “hazlo tú mismo”, de la tolerancia, el diálogo intercultural y por supuesto, musicalmente hablando un género que representa toda una innovación artística, a base de improvisaciones y sonidos tradicionales integrados de manera más moderna y experimental.

Esta fue la primera celebración del Día Internacional del Jazz en nuestro país, por emprendimiento de los músicos Víctor Sebastián Morel y David Messina, que de manera autónoma decidieron montar una productora llamada “Sincopa” y gestionar este tipo de eventos que sin duda marcan un precedente histórico en la escena, como aquel primer “Festival Asunción Jazz 1980”, organizado por Mario Ferreiro, en el CCPA.

Siendo aproximadamente las 20:30 del viernes 2 de mayo, agarra el micrófono para abrir el telón el músico compositor, arreglador y orquestador de Jazz, Carlos Schvartzman, uno de los más veteranos de la escena que llegó a ser admitido en el Berklee College of Music de Boston, Massachusetts (EE.UU) a finales de los años 60's. El mismo dio la bienvenida a los presentes que ya se encontraban acomodados en sus asientos y otros, situados en el césped, para lo que sería un pic-nic jazzista acompañado de alguna que otra bebida. Éstos recibieron con un fuerte aplauso al primer acto de la noche: "Gustavo Viera Trío", liderado por el guitarrista y docente oriundo de Formosa, Argentina, quien desde hace varios años representa uno de los cuadros más destacados del Jazz local y el año pasado lanzó su álbum “Los Colores de la Música”, grabado junto a Dani Pavetti (percusión) yJosías Montanía (bajo), quienes se ausentaron por compromisos pautados con anterioridad a la postergación de este show. Los mismos fueron reemplazados respectivamente por Víctor Morel yAriel Burgos, dándose así la apertura del esperado evento al aire libre y con un inmejorable clima sobre nuestras cabezas.

En el set se incluyó la canción que da nombre al álbum, interpretado por un Viera que portaba su Fender Stratocaster azul, dándole un filo distintivo a esas punteadas que se movían como tarántulas mientras que Ariel Burgos exploraba la anatomía de su contrabajo. Por su parte, Morel, que colaboró en algunos tracks del disco, acompañó en los siguientes temas “Gratitud”, dedicado a los maestros del Jazz de cualquier parte del mundo, según palabras de Viera y finalmente, en el tema “Milonga Blue”, con el que se despidió el trío.

Aproximadamente 5 canciones, que llevan su debida duración, eran las pautadas para cada agrupación. En el intermedio de las mismas, la gente aprovechaba para conseguir más bebidas y saludarse entre sí, mientras se preparaba el segundo acto de la noche.

Fue entonces que aparece la figura, siempre elegante, del cantante Kike Krona, para sorpresa e incógnita de varios presentes, especialmente de los más jóvenes. El mismo con un vasto recorrido en distintos escenarios y géneros, ya se percató de antemano y dice bromeando: “Muchos de ustedes se preguntarán - ¿Y este que hace acá?”, provocando algunas risas y fuertes aplausos, ya que Kike, se encargó de leer el acta de fundación del primer y único movimiento “institucionalizado” llamado “Jazz Club Asunción”, escrito en el año 1963, cuando el Centro Cultural Paraguayo Americano, mediante su director Elías B. Hernández, reunió a varios músicos como: Papi Barreto, Rudy Heyn, Pedro Burian, Nene Barreto, Tide Smith, Kuky Rey, Palito Miranda y el mismo Kike Krona, para formar parte de este selecto grupo de jazzistas, que promovían el estilo por lugares como la Confitería Vertua, ubicada antes en el centro de la capital y también en otros rincones del país durante 7 años antes de su disolución.

Se retira Kike Krona, no sin antes presentar a “Carlos Centurión Trío”, con él mismo en el piano, junto a Tato Zilly (bajo), Riolo Alvarenga (batería) y como invitado David “Pepino” Rodriguez (saxo), que interpretaron algunas guaranias y canciones del repertorio personal de Centurión, que con su característico tono burlón, desmitificaba los títulos de algunos de sus temas como “Areguá” diciendo: - “Estaba en esa ciudad cuando la compuse y no sabía cómo mierda llamarle” y en temas como “Lluvia de Otoño” dijo: - “Estaba en el Conservatorio Nacional donde enseño y llovió torrencialmente una mañana de otoño, por lo que no se fue ni un alumno y ya que estábamos, compuse este tema”, eliminando así toda cursilería.

El tercer número correspondía a una joven agrupación que se encarga de versionar viejas canciones de jazz, compuestas por autores paraguayos, pertenecientes a la generación anterior. Un tributo a esos históricos autodidactas que hace más de 30 años emprendieron esta aventura que es el Jazz, adoptándolo como estilo de vida y profesión de manera independiente, durante muchas noches y madrugadas, entre humos y bullicios de los bares asuncenos, donde cosecharon grandes amistades y fieles seguidores.

Es así que presentados por el locutor de la FM Concert, Beto Barsotti, aparece en escena el grupo Joaju Cuarteto, integrados por Victor Morel (batería), Bruno Muñoz (Saxo tenor), Miguel Antar (Contrabajo) y Giovanni Primerano (Piano). Los mismos que lanzaron su primer álbum en 2011 titulado “Jazz de Acá”, con el que recorrieron países como Uruguay y varias ciudades de la Argentina, llevando la tradición del jazz y la música popular, haciéndose valer con sus propios recursos sonoros a la hora de colocar su sello personal en cada canción.

Desempolvando canciones de músicos como Rolando Chaparro, Toti Morel, Carlos Centurión, Remigio Pereira, Miguel Kunert, José Carlos Mendoza y el recordadoLobito Martinez, como en la canción “Viaje al Interior”, que integró el set de esa noche. El cuarteto también aprovechó la oportunidad para presentar temas que formarán parte de su segunda placa, próxima a grabarse. Además se pudo disfrutar del aclamado “Reservista Purahéi” de Félix Fernández, en una versión “extended”, un arreglo de Primerano que desentraña lo más profundo de esas melancólicas melodías, que narran la angustia de los familiares de los combatientes de la Guerra del Chaco, que iban a recibir esperanzados a aquellos soldados que no lograron sobrevivir.

Tras una lluvia de aplausos, Joaju se disponía a cerrar su set con una canción nueva y de autoría propia, precisamente de Bruno Muñoz, titulado “Principicio”, donde se destacan cada uno de los integrantes en sus respectivos solos, con un Víctor Morel que logra ese tan celebrado cruce de brazos en la batería, sin hacerse un nudo entre sí.

Tras los respectivos agradecimientos de los organizadores hacia los presentes y músicos que pasaron por el festival, Rioio Alvarenga presenta el cuarto y último acto de la noche: “José Villamayor y el Ensamble de Maestros”, un conjunto que reúne a verdaderos galácticos del Jazz paraguayo y de distintas generaciones con:Carlos Schvartzman (piano), Toti Morel (batería), Tato Zilly (Bajo) y el mismo Villamayor en la guitarra, con la capacidad de tararear silenciosamente con los labios las corcheas que va ejecutando, luego de procesarlas mentalmente, una milésima de segundos antes.

Estos ilustres nombres cargan muchas historias, anécdotas y sobretodo, un inmenso talento que logra mantener con vida al género desde hace poco más de 50 años en este país. José Villamayor se encargó de publicarlo en su libro de entrevistas llamado “Jazz en Paraguay”, que recoge varios testimonios de jazzistas que van desde Ronnie Knoller, pasando por Nene Salerno, Dani Cortaza yGermán Lema, entre muchos más, que estuvieron presentes en este festival.

El número de los Maestros comenzó con “Canción para Belén” del trombonista Remigio Pereira, “Polka Be-bop” de Schvartzman y finalizaron con un tema compuesto por Toti Morel, titulado “Marcación en la esquina de Ayolas”, un tema en clave Funk y base de Hammond, que narraría instrumentalmente algún que otro episodio turbio de músicos con la Ley, en dicha zona céntrica, con un Tato Zilly haciendo slappings con el bajo y Toti Morel con esa facilidad que tiene para amasar suavemente la caja de la batería con sus palillos a gran velocidad, pero sin casi mover las muñecas, siendo éste capaz de dejar en ridículo a cualquier percusionista militar, en el izamiento de la bandera.

¿Cómo lo hacen?, no se puede explicar, ¿dónde aprendieron?, tampoco, por lo que se nace con un talento y una vocación para el Jazz como diría Carlos Schvartzman en el discurso de apertura del evento, “si no se cuenta con el swing, es imposible lograr el éxito”, especialmente en esta materia musical, que cada vez gana más jóvenes adeptos, que encuentran en el Jazz asunceno, una expresión callejera real y con un sonido siempre vanguardista y futurista en tiempos de Retromanía en la música Pop.

Con rotundo éxito concluía el primer festival que celebró el “Día Internacional del Jazz 2014”, aguardando por más sorpresas para el año 2015.

Fuente: www.paraguay.com/espectaculos/dia-del-jazz-donde-las-improvisaciones-estan-bien-organizadas-107763