Al cumplir dos años de conciertos, casi de forma habitual, el movimiento decidió reunir a músicos de la escena del jazz local, que con diferentes formaciones ofrecieron más de cinco horas a pura música, el domingo último.

Un frío domingo de julio, dos años atrás, acordes de jazz llegaban a los oídos de quienes caminaban por Palma o cenaban en locales cercanos. La curiosidad atrapó a más de uno, y domingo tras domingo la movida “Jazz a la Calle y a la Gorra” se tornó cada vez más estable, en busca de difundir el estilo.

Lo que pudo haber sido algo pasajero, el domingo pasado celebró dos años, gracias al empeño y al compromiso de los jazzistas.

Este aniversario se celebró a lo grande anteayer, y atrajo a centenares de personas de todas las edades, quienes disfrutaron al ritmo de propuestas bien variadas, de las tantas vertientes del jazz, como el latin jazz, jazz rock, jazz moderno y jazz fusión.

Pasaron en escena Los Panas Jazz Group, Rodrigo Quintás, Willy Chávez, Celso Joabe, Bruno Muñoz, José Cabrera, Chino Corvalán, y más. El cierre estuvo a cargo del baterista Toti Morel, cuando la fiesta ya era total.

Gustavo Viera, guitarrista al frente de la organización, contó que la idea es que esto se multiplique, y también “mostrar a la gente, al pueblo, a toda la gente de cualquier parte de la sociedad, este grupo de músicos de jazz que en realidad no son solo jóvenes, sino hay varias generaciones desde hace muchas décadas trabajando en esto”. Expresó también: “Es un poco honrar a los que estuvieron antes de nosotros y también dar un espacio a la juventud, que a veces es un poco difícil tener un espacio donde poder expresarse y comunicarse”.

Esta movida se inició en 2014 con el contrabajista Nico Cañete, y asumieron la continuidad Seba Ramírez, Corvalán, Muñoz y Viera. “Siempre hay músicos del género de jazz y otros que se acercan, del rock y del blues”, dijo el músico.

Con evidencias a la vista, y a los oídos, esta movida sigue cumpliendo su propósito, ya que se convirtió en un espacio de los músicos para demostrar su talento, tanto los de vasta trayectoria, los contemporáneos, y quienes están dando sus primeros pasos. Así también hizo que existan nuevas formaciones, que además de tocar en la calle pueden replicar sus conciertos en otros espacios como bares y centros culturales.

Este evento impactó en el público, y hoy en día son más las personas que demandan escuchar este estilo y, sobre todo, celebran la música tocada y creada en el país.

victoria.martinez@abc.com.py

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